A continuación, pelamos y laminamos las patatas en rodajas de menos de un centímetro.
En una fuente refractaria o en la bandeja del horno, extendemos un chorro de aceite de oliva virgen extra con la ayuda de un pincel de silicona o similar. Disponemos una capa de la cebolla troceada y sobre ésta, otra capa con las rodajas de patata.